jueves, 21 de enero de 2016

El don de la ubicuidad (de verdad).
Explicar ese principio y sus implicaciones posteriores en la mecánica cuántica nos llevaría el resto de las páginas de este ejemplar de Quo, pero baste con saber que abrió la puerta a conocer el llamado estado de superposición cuántica. El concepto lo explicaba el físico Andrew Cleland, de la Universidad de California en Santa Bárbara (California), después de publicar en la revista Nature un experimento que lo demostraba en 2010: “Se trata de estados en los que un mismo objeto está al mismo tiempo en dos lugares distintos, en dos configuraciones diferentes”.
Y hay más de un científico –y demasiados esotéricos advenedizos– que ve en ese fenómeno una explicación para las casualidades. Pero la ciencia no se atreve todavía a ligar sus hallazgos con eso que los legos llamamos coincidencias. Es decir, no entra a explicar si un estado de superposición puede ser responsable de que una persona a la que llevabas años sin ver te llame justo cuando te acuerdas de ella, también sin venir a qué.
Lo que sí es divertido es aproximarse al raro universo de las coincidencias a través de la estadística.No sin finura y con esa ironía tan inglesa, Rob Eastaway y Jeremy Wyndham publicaron en 2006 un libro didáctico titulado ¿Por qué los autobuses vienen de tres en tres? Las matemáticas ocultas en la vida cotidiana. En él, entre otras cosas, los autores explican con lógica numérica casos cotidianos que atribuimos a la casualidad.
... Y, de repente, vienen todos juntos
El caso de que, después de un buen rato aguardando, aparezca un ramillete de autobuses es un buen ejemplo que se entiende fácilmente. El primero sale vacío y recoge gente en la parada. Si este grupo tarda en subir, la distancia entre el primer bus y el segundo, que ha salido poco después, se acorta un poco. Al hacer menos tiempo que la parada está vacía, el segundo transporte lleva menos pasajeros y, por tanto, va más rápido, lo cual le ayuda a acercarse. Como halla menos gente, emplea menos en subir y bajar usuarios; lo contrario que el otro, que tarda más en cargar y descargar porque le espera más gente y hay más viajeros queriendo apearse.
Aunque quizá el punto de vista más utilizado en la magia es el de la psicología. Un clásico son las webs dedicadas a las coincidencias entre los asesinatos de Lincoln y Kennedy: que ambos fueron nombrados presidentes con 100 años de diferencia, que sus asesinos también nacieron con un siglo de separación, que los apellidos de los dos presidentes tenían 7 letras y los de sus asesinos, 15, o que ambos tenían vicepresidentes llamados Johnson.
Todo ello es un paradigma de cómo las ganas de buscar coincidencias eclipsan las “no-coincidencias”. Un ejemplo de las decenas que hay: los nombres de pila de los dos mandatarios no tienen ni de lejos el mismo número de letras (John Fitzgerald y Abraham). Y lo mejor: que coincidan dos Johnson es tan “difícil” como si en los próximos 100 años volviera a haber en España un presidente apellidado González o Rodríguez.

lunes, 18 de enero de 2016

Estructura y Organización de La Mecánica.


Los enanos de Ilundun son los inventores y precursores de un tipo de magia que ellos llaman mágia mecánica.
La mágia mecánica es una variante de la hechicería que se basa en la realización de encantamientos de corta duración sobre artefactos mecánicos para proporcionales cualidades únicas.
Aparte de sus juguetes uno de los dispositivos que mas frecuentemente se venden en el extranjero es el arca ilundesa o Cofre Ilundes, caja fuerte llena de trampas prodigio de la magia ilundesa.
Normalmente los Magos Mecánicos Ilundeses pasan por varias fases en su aprendizaje. A los Ilundeses en general, y en partcular los Magos Mecánicos, les disgusta sobremanera el desorden y el favoritismo que predominan en otras sociedades. Por esa causa se enorgullecen de disponer de una carrera profesional clara para que un Ilundes progrese dentro de las escuelas de Magia Mecánica sea cual sea su familia o posición social.
Las normas según los Magos Mecánicos organizan el aprendizaje de sus afiliados son complejas y tremendamente detalladas y legisladas en el códice conocido como Leyes del buen mecánico Ilundes. A groso modo las normas establecidas son:
  • Aprendiz: El Ilundes aprende el grimorio "Artes Comunes" en las cuales todo Mago Mecánico Ilundes tiene que alcanzar la maestría antes de permitirsele progresar en su arte.
  • Artesano: Una vez el aprendiz ha dominado las "Artes Comunes", se procede a analizar sus aptitudes para la Mágia Mecánica y se le asigna uno de los grandes comités en el cual desarrollará su carrera. Se le enseña el grimorio básico de dicho comité.
  • Oficial Artífice: Una vez el Mago Ilundes ha adquirido la maestría en el grimorio básico de su comité, se le permite alcanzar el grado de Oficial Artífice. Un Oficial Artífice aprende un grimorio especializado de uno de los diferentes subcomites que compone la escuela de Magia Mecánica o la Escuela de Magia Teórica y ha de tomar obligatoriamente al menos un Aprendiz y hacerse responsable de su aprendizaje. Según las normas Ilundesas el Oficial no puede ejercer su cargo hasta que ha tomado formalmente un aprendiz.
  • Maestro Artífice: Una vez alcanzada la maestría en su grimorio especializado, es posible acceder a un cuarto grimorio perteneciente a otro subcomité. Este paso sin embargo requiere que el Mago Mecánico supere unas duras pruebas que pocos superan. Según el Codice de las Leyes del buen Mecánico Ilundes solo los mejores Mecánicos son capaces de dominar un cuarto grimorio especializado. Pocos se presentan a las pruebas pues no son superadas con facilidad y rara vez por Ilundeses que no han sobrepasado el ecuador de sus vidas.
  • Sumo Artífice: Aquel Mecánico Ilundes que domina la maestría de al menos cuatro grimorios Ilundeses y además es un verdadero experto en al menos uno de ellos, es denominado Sumo Artífice. Los Sumos Artífices son raros ya que aún son menos los Maestros Artífices por lo que son muy valorados dentro de la sociedad Ilundesa tanto por sus conocimientos como por su capacidad de guiar a las nuevas generaciones.
Los Magos Mecánicos son fanáticos seguidores de las normas del códice y quebrantarlas, si se demuestra malicia, esta penado fuertemente por las leyes Ilundesas. Multas, Inhabilitaciones, amputación de pulgares o incluso la muerte son penas que se aplican con dureza a los infractores.
Existe un cuerpo especial dentro de los colegios de Magia Mecánica llamado el Cuerpo de Supervisores el cual está encargado de velar por el cumplimiento del códice con las Leyes del buen Mecánico Ilundes. Todos los Ilundeses que alcanzan el grado de Oficial Artífice están obligados al menos a cumplir un año de servicio dentro del Cuerpo de Supervisores momento en el cual han de tomar al menos un aprendiz para que aprenda las normas básicas de los Mecánicos Ilundeses.

domingo, 17 de enero de 2016

CASUALIDADES, MISTERIOS Y FÍSICA CUÁNTICA...

El día antes del encuentro que cambió su vida, su mujer le dijo que sacara ese objeto de casa. El chisme “llevaba tres años en la misma estantería y ella nunca lo había visto”. Lo contaba Eduardo Zancolli, traumatólogo argentino especializado en cirugía de manos y hombros. La mencionada reunión tuvo lugar a finales de la década de 1990 con un médico norteamericano que había colaborado con el mismísmo Dalai Lama años antes; y el objeto era una bompa, un recipiente tibetano para el agua bendita.
Al verlo en su consulta, el colega de Zancolli mencionó Tíbet y, a partir de ahí, el cúmulo de coincidencias que le llevaron al país del Himalaya fue tal “que decidí investigar el tema”, contó el porteño a un diario. Muchas de sus pesquisas (reunidas en el libro El misterio de las coincidencias) se centraron en las casualidades desde el punto de vista científico. Y no tardó mucho en poner la vista en los estudios de Wolfgang Pauli, Nobel de Física en 1945 por descubrir el principio de exclusión.